Después de muchos días de ensayos, confección de gorros, pajaritas, bandejas...y sobre todo reflexión, compañerismo, diálogo, amistad, ayuda, ilusión...nuestro bizcocho ha salido del horno. El resultado: una jornada de convivencia entre maestras, maestros, alumnos, alumnas, mamás y papás muy divertida, hemos compartido nuestras recetas para la paz y un delicioso desayuno. Muchas gracias a todos y todas por hacerlo posible una vez más.
